Boca vive jugando finales. Por más que no haya un título en disputa al cabo de noventa minutos, todos los partidos se viven con la intensidad de la definición. Y como a lo largo del año hubo golpes duros en encuentros decisivos, contra Barracas Central no será la excepción.
En la tardecita de Luna y Olavarría, no habrá términos medios para el equipo azul y oro. Arrancará en el décimo puesto del Grupo A y afuera de los playoffs del Torneo Clausura, y quinto en la tabla anual, sin el pasaje de la Libertadores 2026; puede terminar tercero y en zona de clasificación en el campeonato doméstico y escolta de Rosario Central en la acumulada, muy cerca de asegurar el boleto a la Copa que lo obsesiona.
Sí, no hay grises en la vida xeneize. Es blanco o negro. Por eso la visita a la casa del Guapo tiene una gran relevancia. A tal extremo que Claudio Úbeda decidió establecer una concentración de 48 horas. Los jugadores tuvieron que pasar la noche del sábado en el hotel Intercontinental, un día antes de lo previsto.
El técnico los quiere metidos en la recta final. Sabe que hay 12 puntos vitales para alcanzar el objetivo de volver a participar de la máxima cita continental después de dos años. También, que el 9 de noviembre se viene el Superclásico.
Boca tiene dos metas a corto plazo, dicho está. Entrar a la Libertadores del año que viene y vencer a River. Después, ganar el Clausura, la única competencia posible. Con Fernando Gago en el banco, quedó eliminado de la Copa en la fase 2 con la derrota por penales ante Alianza Lima en la Bombonera. Y también cayó en los 16avos de final de la Copa Argentina contra Atlético Tucumán.
La derrota en Núñez terminó con el breve ciclo de Pintita, pero el equipo tampoco pudo fluir con Miguel Angel Russo. En la tercera y última etapa del entrenador que falleció el 7 de octubre, no pudo ganar un partido en el Mundial de Clubes, ni siquiera frente al semi amateur conjunto de Auckland City y registró la peor racha de su historia con 12 partidos sin victorias.
Con Úbeda confirmado en el banco por Juan Román Riquelme, el estilo de trabajo no se cambió, pero reúne críticas entre los hinchas. Boca apenas ganó 4 partidos de los últimos 20 que disputó. Y la derrota contra Belgrano, el sábado 17 a orillas del Riachuelo, agitó la interna.
No obstante, el entrenador de 56 años vio una mejoría. En definitiva, tuvo 7 situaciones en el área de los cordobeses. Faltó eficacia, claro está. Ese déficit remarcó en la última conferencia de prensa, pero también destacó la cantidad de llegadas. El Sifón dejó el vaso medio lleno, más allá de un fútbol que lejos estuvo de ser burbujeante.
“El equipo mereció otro resultado totalmente distinto al que nos llevamos porque generamos muchas situaciones de gol, por lo menos 3 o 4 en cada tiempo muy claras. La consecuencia de recibir los goles y no poder haberlos hecho en la dimensión que hizo el rival, no nos alcanzó para dar vuelta el resultado. Los chicos entregaron todo”, puntualizó.
¿Qué se espera para este lunes, un partido que quedó pendiente de la 12ª fecha producto de la muerte de Russo? Ubeda hará dos cambios respecto al equipo que cayó 2 a 1 ante los cordobeses. Uno será obligado por la lesión de Rodrigo Battaglia, quien sufrió un desgarro grado II en el sóleo de la pierna izquierda. El otro tendrá un condimento táctico.
Milton Delgado, de destacada actuación en el Mundial Sub 20 con la camiseta de la Selección Argentina, reemplazará al volante de 34 años y será el socio de Leandro Paredes en la zona neurálgica. En tanto, Williams Alarcón ocupará el lugar de Brian Aguirre.
El chileno puede aportarle mayor dinámica y compensar el mediocampo en lugar del extremo. Su decisión obedece al funcionamiento colectivo, muy a pesar del cuadro febril que atravesó el oriundo de Granadero Baigorria. Esta novedad permitirá liberar a Juan Barinaga por el andarivel derecho.
El doble “9”, tal cual adelantó Clarín, será inalterable: Miguel Merentiel y Milton Giménez seguirán encabezando el ataque. Edinson Cavani volverá a quedar afuera de la lista de concentrados, ya que no logra recuperarse de la lesión en el psoas derecho.
Boca tiene por delante a Barracas Central, Estudiantes también de visitante, River de local y Tigre en Victoria. Son cuatro finales, sin lugar a dudas. La primera de ellas frente al Guapo, que pelea por un lugar en las Copas y corre con el caballo del Comisario.
Se trata del equipo de Claudio Tapia, mandamás de la AFA, y sus hijos tienen una gran protagonismo: Matías es el presidente del club e Iván, el capitán y enganche del equipo. Las miradas, lógicamente, estarán enfocadas en el árbitro Nicolás Lamolina y Silvio Trucco, a cargo del VAR. Antecedentes polémicos sobran, claro.


